Sigo enumerando las actividades y estrategias necesarias para desarrollar el cerebro de los niños en este libro resumen. 

En la tercera entrega de esta síntesis del libro La capacidad cerebral en la primera infancia, de Pam Schiller, hablamos sobre el impacto de la risa y la diversión, los estilos de aprendizaje y el cerebro, el movimiento corporal y el ejercicio, la música, el papel de la novedad así como la importancia de la nutrición.

La capacidad cerebral en la primera infancia
Libro: La capacidad cerebral en la primera infancia, Pam Schiller.

En esta ocasión veremos temas súper relevantes para el desarrollo y comprensión de nuestras capacidades cerebrales, seamos o no niños. Nos acercamos al final del libro. Espero que te esté siendo tan útil para la enseñanza de tus hijos como a mí.

15.- La sobreestimulación y el cerebro :  ¿A quién no lo pone nervioso tener tantas opciones y estímulos que ni siquiera es posible tomar decisiones? La sobreestimulación empieza con una variedad desmedida y continúa con una saturación de ruidos -visuales, táctiles, olfativos y sonoros- tales que no permiten pensar. ¿Sabías que el cerebro recibe normalmente entre 35 000 y 42 000 bits de información por segundo? Es demasiado para poder procesar. Investigaciones sobre el tema indican que el cerebro recibe el 85% de la información que registra desde la vista, el oído y el tacto y a su vez la mayor parte procede de la vista. Así pues, un exceso de estímulos, cuando se trata de un órgano que pasa la mayor parte de su tiempo tratando de filtrar y procesar información, puede resultar contraproducente -y más hablando de cerebros en desarrollo-. Menos siempre será más con los niños. Cuantas menos opciones, juguetes, adornos, colores, sonidos y estímulos reciba a la vez, mayor será la capacidad de concentración que un niño podrá desarrollar. ¿Cómo lograrlo?

  1. Bebés: no darles más de dos juguetes a la vez, los materiales y aparatos de alta tecnología sobreestimulan a los bebés, incluida la televisión. Hablar con ellos utilizando oraciones sencillas.
  2. Preescolares: reducir el número de adornos de la pared, dejar espacios en blanco para el descanso del ojo. Eliminar por completo el desorden del aula y limitar las opciones a no más de 3 juegos por vez -no incluye materiales escolares, eso es diferente.
  3. Escolares: enseñarles de manera activa la forma en que el desorden limita su concentración. Hablar sobre la manera en que la sobreestimulación afecta su desempeño. Hacer depuraciones con ellos: ropa, juguetes, materiales en general.
Niña concentrada
Reducir estímulos es la mejor manera de propiciar la concentración

16.- Las configuraciones y el cerebro: nuestro cerebro no está diseñado para trabajar de forma lineal, opera recorriendo muchas vías simultáneamente y mientras procesa esa información está en un estado de confusión buscando referentes a los cuales asirse. Una vez que lo logra, contacta con la memoria a largo plazo y así genera una configuración. De esta manera, lograr que el niño genere configuraciones es un elemento esencial de aprendizaje, de acuerdo con la teoría de las inteligencias múltiples.

Actividades según la etapa de desarrollo:

  1. Bebés: causa y efecto es la primera configuración que aprende un bebé, se la puede enseñar haciendo ruidos suaves o fuertes con una sonaja e indicándoselo. La música está llena de configuraciones.
  2. Preescolares: siempre que sea posible hay que indicar y ayudarles a entender qué hay de nuevo en la información, cómo se relaciona con lo que ya saben, a qué se parece. Leer historias con configuraciones repetitivas, como rimas y series. Tejer y entretejer son formas de ayudarles a encontrar y generar configuraciones.
  3. Escolares: invitar a los niños a descubrir configuraciones en la música clásica, crear figuras con base en patrones, ayudarlos a entender cómo hay configuraciones en la naturaleza, como la nervadura de las hojas o el follaje de los árboles. Introducirlos en los conceptos de fractales.
Las configuraciones fractálicas son esenciales para la mente humana
Encontrar patrones y configuraciones es la base de la inteligencia humana

17.- La práctica y el cerebro: practicar no es suficiente. Básicamente necesitamos entender lo que estamos practicando, nuestras fallas y mejoras para lograr progreso y, de acuerdo con D. A. Sousa, se necesitan 3 cosas para mejorar:

¿Cómo inducir a la práctica a los niños?

  1. Bebés: dado que los bebés están adquiriendo muchísimas habilidades, es quizá la edad más importante para ayudarles a entrar en “la práctica”. Jugar juegos que les permitan practicar destrezas, como seguir un objeto, rodar una pelota, etc., de manera continua, es la mejor forma de lograrlo.
  2. Preescolares: presentar alguna destreza ejemplificándola, de tal manera que el niño entienda a dónde debe llegar y se autoevalúe. Siempre es aconsejable presentar primero configuraciones sencillas para después continuar con las complejas. La reflexión es crítica para el aprendizaje, por eso es importante no sobresaturar de actividades a los niños. La experiencia conecta el cerebro y la repetición refuerza la conexión.
  3. Escolares: darle oportunidad a los niños mayores para que transmitan conocimiento es la mejor forma de ayudarlos a reforzar su propio conocimiento. Es muy importante ayudarlos a ser conscientes de sus progresos, fracasos, etc., podemos hacerlo en cualquier oportunidad y ante cada nuevo desafío. De esta manera ellos se harán responsables de su propio progreso y aprendizaje y lo mejor: serán conscientes del mismo.

 

Practicar es la base del desarrollo
La práctica no basta, necesitamos entender qué practicamos y qué queremos lograr

18.- La resolución de problemas y el cerebro: resolver problemas es la naturaleza del cerebro, para eso fue diseñado, así que no hay mejor alimento que éste para mantenerlo activo. Además, ayuda a que los seres humanos reforcemos nuestra autoconfianza.

Actividades para impulsar a los niños a resolver problemas:

  1. Bebés: facilitar juguetes, experiencias y juegos de causa y efecto y describir la mayor cantidad de relaciones de este tipo que puedan encontrarse. Hacer preguntas que requieran resolverse como “¿de qué manera puedes hacer que ese sonido sea más fuerte?”
  2. Preescolares: por regla general, todos los padres debemos aprender a no resolver a nuestros hijos ningún problema que ellos puedan resolver solos. Enseñarles el proceso básico de resolución de problemas y cómo aplicarlo cada vez que sea posible -adecuándolo al momento y al lenguaje padre-hijo:
    1. Identifica y enuncia el problema
    2. Haz un torbellino de ideas de posibles soluciones
    3. Evalúa las posibilidades y los recursos
    4. Selecciona una solución
    5. Pruébala
    6. Evalúa los resultados y vuelve a intentar

3.- Escolares: leer libros en formato de resolución de problemas y discutir las posibles soluciones a éstos. Animarlos a resolver problemas cotidianos como la contaminación del parque, la forma de conseguir dinero para un juguete o experiencia nuevos.

Resolución de problemas
Nunca le resuelvas a tu hijo un problema que pueda resolver solo

19.- Las recompensas, alabanzas y el cerebro: utilizada con demasiada frecuencia, la recompensa puede disminuir el sentido natural del aprendizaje y la alegría intrínseca que produce. La alabanza disminuye la motivación, pero el estímulo puede incrementarla.

¿Cómo estimular a los niños?

  1. Bebés: no hay mejor estímulo que el cariño y el contacto físico. Cuando empiezan a tener mayor movilidad hay que estimularlos para que logren nuevos retos indicándoles cómo hacerlo .
  2. Preescolares: reducir la cantidad de alabanzas y reemplazarlas por estímulos y retroalimentación. Por ejemplo: sustituir algo como “buen trabajo con el rompecabezas” por “terminar de armar el rompecabezas te ha costado trabajo, eso implica disciplina”. Ayudar a los niños a evaluar sus propios esfuerzos es más importante que calificarlos nosotros.
  3. Escolares: evitar las comparaciones y competencias. No hay nada más dañino para la autoestima de un niño que eso. Al igual que con los preescolares, siempre será mejor estimular y dar retroalimentación que sólo calificar un logro o un fracaso.
Alabar demasiado entorpece el aprendizaje
Un niño debe aprender por amor al propio aprendizaje

20.- El aprendizaje de una segunda lengua y el cerebro: dado que los primeros años de vida son cruciales para el aprendizaje del lenguaje, y debido a que el cerebro asigna “paquetes de neuronas” para cada lengua, aprender un segundo idioma a temprana edad puede capacitar a los niños para crear estructuras de pensamiento que les faciliten en ese momento y en adelante el aprendizaje de idiomas. No basta con escuchar, los niños necesitan dialogar, así que no pensemos que es suficiente con que vea su programa favorito en inglés, se requiere hablar con él en inglés para que pueda aprenderlo.

  1. Bebés: hablar a los bebés diariamente en una segunda lengua y repetir las mismas palabras del vocabulario que se desea aprender durante el día.
  2. Preescolares: hablar intencionadamente con los niños durante 10 a 20 minutos al día en una segunda lengua con el fin de enseñársela, cantar canciones en otra lengua.
  3. Escolares: ayudarle a encontrar un amigo por correspondencia y a enviarle mensajes, enseñarles lenguaje de signos, animarlos a convivir con niños que hablen otras lenguas.
Aprender otra lengua desarrolla el cerebro de los niños
Aprender una segunda lengua activa el desarrollo neuronal

Hasta aquí la cuarta entrega. En la próxima y última cerraremos con temas como el sentido y el significado y la conexión mano – cerebro.

Estoy viviendo un momento personal muy especial. Mi segundo hijo está a punto de llegar y amenaza con hacerlo en cualquier momento, aunque todavía puede demorar un rato. Trataré de completar esta reseña lo antes posible. De no hacerlo, te pido que tengas un poquito de paciencia.

 

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