Con el cambio de casa -recientemente y después de una larga espera, por fin nos mudamos-, vinieron muchos cambios en mi vida. El más importante y trascendental tuvo que ver con la conciencia del consumismo del que soy objeto.
Cambiarme de casa me hizo darme cuenta por ejemplo de que tenía en mi despensa 5 botellas de vinagre de arroz y que rara vez utilizo vinagre de arroz. Simplemente deseaba tenerlo y cada vez que iba al súper tomaba una nueva botella pensando que mi alacena lo estaba necesitando. Así pasa con muchas de las decisiones en mi vida, no tienen que ver con la necesidad, sino con las simples ganas de hacerlo sin detenerme mucho a pensar.
Por eso es que hoy valoro mucho más que antes mi «tiempo libre». Sí, ese tiempo en el que puedo hacer un alto para pensar en lo que estoy haciendo, para disfrutar incluso arreglando mi despensa, para reflexionar. Cuando uno es presa de su trabajo, del día a día, rara vez tiene tiempo para tomar decisiones importantes.
Pensamos que necesitamos producir, que estar inactivo es sinónimo de ser flojos, de todo lo negativo que puede tener alguien. Nada más horrible que sentir que no estamos haciendo nada, que no estamos logrando nada. Por eso, valoramos tan poco el tiempo libre. Creemos que lo buscamos, que nuestro trabajo incansable está dedicado a lograr el tiempo libre que siempre hemos deseado, pero en realidad le huimos.
¿Por qué nuestra cultura valora tan poco el tiempo libre? Porque mantenernos productivos nos incita al consumismo. Un ejemplo simple: un día de trabajo normal, debido a los muchos compromisos que tenemos, quizá lo último que nos importe sea nuestra comida y todavía menos el medio ambiente. Si estoy tan ocupada, «¿por qué me va a importar que el jugo que me tomé en la mañana venga o no en unicel? Ya suficiente hice con tomarme un jugo». Eso nos lleva a ser presas fáciles de cualquier cosa que se nos ponga enfrente. No tenemos tiempo para nada, mucho menos para preocuparnos por lo que sucede a nuestro alrededor.
Pero ese es un problema mayúsculo, es un problema que nos sume en el día a día, que nos impide ver que talar árboles es suicidio colectivo, que comer lo primero que tenemos enfrente es matarnos lentamente, que consumir de manera inconsciente es la decisión menos acertada de todas las que podemos tomar.
El tiempo libre es mucho más que tiempo para pasarla bien. El tiempo libre es el momento ideal para reflexionar, por eso es importante tenerlo no como un lujo, sino como una necesidad básica. Tiempo para compartir, tiempo para gozar, pero sobre todo, tiempo para aburrirnos y volvernos creativos, para buscar algo que nos haga felices, igual que los niños cuando no tienen nada qué hacer.
El dinero no es un fin, es un medio. De nada nos sirve tener una cantidad ilimitada de recursos a nuestro alcance si no hay tiempo para gozar de esos recursos. Es lo mismo que no tenerlos. De nada nos sirve trabajar incansablemente para alcanzar nuestro retiro y entonces sí poder gozar de lo que queramos sin limitaciones si el presente carece de significado. El futuro no existe. Sí, se construye de a poco, pero es en el presente donde se toman las decisiones necesarias para construirlo y si el presente no tienen lo necesario para tomar esas decisiones -el tiempo para reflexionar, por ejemplo-, quizá nuestras decisiones acaben siendo algo que no nos venía tan bien, después de todo.
Quien no tiene tiempo libre para reflexionar y construir se convierte en algo así como un operador de su vida. El tomador de decisiones, el líder, el director, es quien tiene tiempo para tomar esas decisiones. Por eso es importante que hagamos un espacio para tener tiempo libre, para convertir nuestra propia vida en el mejor pasatiempo posible, porque la vida no va a esperar a que logremos todo lo que nos proponemos para disfrutarla.
Hoy creo que necesito tiempo para plantar árboles, para hacer un huerto, para jugar con mi hija, para leer un libro, para perder el tiempo meditando, para decidir hacia dónde quiero ir.
tiempo libre para netflix. shit! cuesta dinero. Doble shit! tengo que trabajar para poder disfrutarlo. adios poco tiempo libre!
Tu círculo vicioso… ¿para qué quieres tiempo libre para ver series? Estoy hablando de meditar, de tener tiempo para el ocio, no para conectarte 😉
Recientemente he tenido un poco más de eso y me encanta. Si tan sólo las computadoras fueran más rápidas…
Se supone que la automatización busca eso, se supone que toda la tecnología que hemos inventado va en función de eso y la realidad es que el tiempo cada vez es más limitado. Creo que hasta es una cuestión de Física, no sé… como si el tiempo se encogiera.